La historia cuando se refiere al perro cimarrón lo califica como un sabueso criollo, inteligente, fuerte, guapo, cazador, de pelo medio amarillo atigrado. No sabiéndose bien su origen, se cree que desciende de los perros que trajeron los conquistadores y los dejaron libres, al pasar al estado salvaje, con muchas cruzas y la necesidad de sobrevivir, lo va a hacer el más apto, o sea el más fuerte. Como eran tan feroces y salvajes fueron muy perseguidos, pero las madres con sus crías se escondieron en la espesura el monte indígena y en los cerros largos (Cerro Largo, actual), sobreviviendo así en las grandes estancias del lugar, cercanas al arroyo Zapallar. Hoy han perdido tamaño y ferocidad, al ser domesticados. En la actualidad es muy usado para la caza del jabalí, que ha invadido el territorio, con las consecuencias que ello trae. Es excelente perro guardián, y de protección, dócil, fiel con su amo, muy hábil trabajador con el ganado, sobretodo vacuno. Al ver sus característica, los hacendados comenzaron a criarlos y a preservarlos del mestizaje, de ahí es que ha llegado puro hasta nuestros días. Gracias a estos hacendados podemos disfrutar de ellos no sólo en las estancias, sino también en nuestras casas y tenemos la esperanza que dentro de poco tiempo, el mundo los pueda conocer. Cuando tenemos un cimarrón como guardián su sola presencia impone respecto cuando se presenta, obedeciendo perfectamente a la orden de su dueño, es un animal que necesita espacio.
Recién en 1989 es reconocido oficialmente por
Es de talla mediana, con buena osamenta, musculoso, ágil, equilibrado, sagaz y de gran coraje, su piel gruesa y elástica, pelo corto liso pegado al cuerpo, de color atigrado o bayo en todas sus tonalidades. Argentina se han interesado por la cría de esta raza.
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